Nancy Aiello hace su primera crítica para Las 2 sevillas. Ha elegido para su estreno ‘La La Land, la ciudad de las estrellas’, película favorita para arrasar en los próximos Oscar tras hacerse con 7 Globos de Oro.

Cuando fue lanzado el primer tráiler de La la land – La ciudad de las estrellas me quedé totalmente fascinada. Luego La La Land ha abierto el Festival de Venecia.
Emma Stone se ha llevado la Copa Volpi y todo el mundo empezó a gritar a la obra maestra. Sin embargo yo empecé a pensar que tal vez no era tan buena como decían.
Pero luego, cuando en diciembre lanzaron la banda sonora, La la land ha captado otra vez mi atención; y he empezado la cuenta atrás de lo días que me separaban de la visión.
La historia
La la land va por la vía rápida, captando la atención del espectador desde el primer plano- secuencia.
El tiempo de una canción (que nadie podrá quitaros de la cabeza) hará que os entre unas ganas incontrolables de bailar y cantar. Vosotros aún no lo sabéis pero Damien Chazelle (guionista y director) acaba de conquistaros.
El primer encuentro entre los dos protagonistas pone las cosas en claro: La la land cuenta una historia de amor clasica.


Mia (Emma Stone), hermosa, romantica y con poca suerte, es una actriz; o por lo menos, intenta serlo.
Por su parte, Sebastian (Ryan Gosling), encantador, tenaz y melancolico, es un pianista que sueña con abrir su propio jazz club. Ambos se encuentran, colisionan y se enamoran.
La fuerza de la pelicula no está en la historia, es evidente. La historia no cuenta nada nuevo. Pero la diferencia es cómo se cuenta una historia. Y Chazelle, lo hace de maravilla.
Aunque los detractores hayan definido La la land una pelicula vacía con una historia llena de estereotipos, la verdad es que Chazelle lanza un mensaje a los millennials, y a todos los soñadores; a las mujeres y a los hombres de arte.

El director de La La Land nos invita a luchar por un sueño.
Pero no lo hace enseñándonos el clásico final feliz. Con una honestidad única, lo consigue gracias a Emma Stone, para quien el término perfecta se queda corto.
Mia sueña, pero siguiendo con los pies bien agarratos a la tierra. Y mientras ensaya para una audicion detrás de otra, sigue sirviendo cafe en un bar de Hollywood.
Ella fracasa y sigue adelante. Fracasa uno y otra vez y al final se rinde, porque hay un límite al número de humillaciones que una persona puede aguantar.
El talento de Mia, sus sueños y su fuerza de voluntad se chocan con el día a día, donde al final siempre hay que hacer compromisos…Y olvidarse de los sueños.
A su lado en este camino de crecimiento está Sebastian, que ya se ha chocado con la realidad; que ha luchado, pero ha acabado por rendirse.
En el medio está su amor, que nace de pasiones y sueños distintos, pero añorados con la misma intensidad, entre atardeceres de encanto y cielos estrellados.
La fuerza de la pelicula

Emma Stone, ya lo he dicho y lo voy a repetir, es deslumbrante. Te hace llorar, reír y mirándola te entran ganas de abrazarla y bailar con ella.
Ryan Gosling acompaña esta interpretación quedándose justo un escalón detrás de ella, pero enseñando un talento unico; baila, canta, toca el piano y todo con increíble nonchalance (indiferencia).
La química entre los dos es muy fuerte. La La Land se funda totalmente sobre las actuaciones de Stone y Gosling. Sin embargo, la fuerza de la peli no son ellos…
La fuerza del film está en las escenas musicales corales -con coerografías que te entran gana de repetirlas en la misma butaca- y en su banda sonora; ligera, melancólica, imposible de olvidar, creada por la mano del amigo indivisible de Chazelle, Justin Hurwitz.
Chazelle pone la música en el centro de la historia, así como hizo en Whiplash. Pero la ansiedad que acompañaba todas las secuencias de Whiplash deja espacio aquí a planos- secuencia en technicolor.
Fotografía perfecta, atención al detalle -que yo diría maníaco- y un vestuario que guiña a la Hollywood de los años 50.
¡Y por favor, decidnos dónde podemos encontrar todo el vestuario de Mia! Todo ello hace que La La Land se puede definir como una verdadera obra maestra.
Grease, Singin’ in the rain y The Band Wagon son solo algunas de las referencias que utiliza Chazelle.
Con La La Land el concepto de musical se reinventa y este género por fin llega al corazón de todo el mundo.
El mayor logro de Chazelle es que nadie puede resistirse delante de La la land. Después de verla, tendréis grandes ganas de bailar…Y de volver a la sala.