Entrevista con Javier H. Estrada.
Director de Programación del Festival de Cine de Sevilla
Las 2 sevillas habla con la persona responsable de confeccionar un gran programa de cine, con más de 220 películas en cartelera. La novedad de este año en el Festival de Cine de Sevilla se llama ‘Voces esenciales’, un ciclo que reunirá a brillantes cineastas españoles y de otros países de nuestro continente. El también conocido como SEFF -que nació europeo y que cada vez es más del mundo- cumple su 19 edición sabiendo que ya es un certamen cinematográfico consolidado en nuestro país, y al que miran con cierta envidia desde el resto de Europa. Un festival que con el paso de los años ha ido atrayendo a cada vez más público joven, una de sus señas de identidad. Horas antes de que arranque uno de los grandes eventos culturales que tienen lugar en nuestra ciudad, estuvimos con Javier H. Estrada: amable, educado, gran conversador y, lo que es más importante, un hombre que sabe mucho de cine. “El programa está ahí, ya sólo queda disfrutarlo”, afirma satisfecho.
Fotografía: MrBlueSp
Redacción: Fernando Chacón Frías. Director de Las 2 Sevillas
Las 2 Sevillas: ¿Cómo van los preparativos de esta décimonovena edición?
Javier H. Estrada: Van como debe ir. Esperando con muchas ganas a que lleguen los primeros invitados, con un equipo de más de cien personas trabajando intensamente. Tiene toda la pinta de ser una edición única con un paso adelante muy rotundo en muchos sentidos. Tenemos la constatación de una visión muy nítida del festival que nos diferencia de otros festivales. El de este año va a tener un componente de celebración, de comunidad, de ir juntos, cambiar vidas… El cine para mí es una forma de comunicar privilegiada. Es la manera artística más clarividente de reflejar el alma humana contemporánea, y la programación va por ese lugar.

L2S: Una vez que se ha recuperado la normalidad tras la pandemia, más allá de la proyección de las películas es importante ese concepto de volver a reunir a la gente en torno al cine después de unos años tan convulsos…
J.H.E.: El año pasado tuvimos una edición sorprendentemente exitosa de público y de invitados. Acabamos el festival absolutamente felices y no nos lo esperábamos. Ya vivimos esa euforia, volver a vivir el cine en pantalla grande, conocer directores, encontrarse con amigos… Creemos que este año va a ir a más, pero ya vivido con naturalidad, no como un acontecimiento. Eso ya fue el año pasado.
Las cifras de pre venta son muy altas y han mejorado las cifras de invitados, tanto cuantitativa como cualitativamente. Se nota ese run run que existe en Europa cuando vamos a otros festivales como Berlín o Cannes del prestigio y el respeto que se le tiene al Festival de Sevilla a nivel europeo. Los propios cineastas recomiendan venir hasta aquí por la calidad de las proyecciones, de los equipos y por la interacción entre todos. Porque este es un festival muy horizontal, no es un festival de clases. De hecho, aquí las ruedas de prensa son abiertas al público, no sólo para los periodistas. Nos encanta que la gente disfrute de los diálogos con los directores.
El público que ha visto una película siempre busca digerir el cine; y por eso les ofrecemos diferentes espacios y ambientes para que conozcan a los creadores e interactúen con ellos. Los directores quieren ver la reacción de la gente ante sus películas: ojos que se iluminan, lágrimas, abrazos… El cine es un arte curativo. Las películas que plantean visiones profundas no te meten en ningún hoyo, te dan oxígeno, te ofrecen perspectiva. Defiendo el cine como un arte sanador.
L2S: Hablemos de la programación con más de 220 películas… ¿Qué destacaría de esta nueva edición? Porque, además de las cintas, hay una oferta muy amplia y variada.

J.H.E.: Como gran novedad, este año tenemos el ciclo ‘Voces esenciales’, algo nuevo que hemos creado y que no existe en ningún otro festival (nos muestra, orgulloso, el programa de mano abriéndolo por el centro) con cineastas de otros países europeos y españoles. Todos van a conversar entre ellos. Son unas charlas de una hora, a las 13:00 horas, en la que cada día el festival podrá escuchar a estas figuras lúcidas y muy diferentes entre sí.
Es un programa muy heterodoxo , y plantea que el festival va más allá de las salas. El cine visto como una herramienta de reflexión sobre temas de nuestro mundo Se hablará de asuntos cotidianos como por ejemplo: la guerra, la infancia, la iniciación, la sexualidad, más allá de los procesos creativos. Es importante que pensemos que quien está detrás además de un gran creador es un gran pensador. Es fundamental darles la palabra, porque necesitamos faros, referentes en estos tiempos. Creemos que ellos lo son y marcan un hecho diferencial en el Festival de Sevilla.
L2S: Dentro de esa programación, el festival cuenta con un público que sigue manteniéndose fiel con el paso de los años…
J.H.E.: La fidelidad existe, pero creo que tenemos algo que es incluso mucho mejor: la llegada de nuevos espectadores, jóvenes, cada años más. Con 16 años te dicen con el programa de mano que “me estoy enganchando”. Ponen círculos a las sesiones y miran como pueden compaginar una y otra película… Es un privilegio y una suerte. Hay dos razones para haber logrado esta captación de público joven: la programación, que es alentadora por las propuestas conceptuales y estéticas frescas e innovadoras, porque al público joven no le apetece ver lo mismo, quieren ver algo que les sorprenda. Y la segunda es el tremendo esfuerzo que hace el equipo del festival para atraer a nuevos públicos. Tenemos un grupo de cinco personas que trabajan específicamente para públicos (dudo que ésto exista en otros festivales de España), que mapean la ciudad visitando universidades, colectivos, asociaciones… para que espectadores que no iban a venir al festival encuentren en el cine un revulsivo, algo que les de perspectiva sobre temas que les importan. Es un esfuerzo necesario, se amplía la comunidad y por eso crecemos tanto.

L2S: Y alguien que no ha venido nunca al festival, ¿cómo se le atrae?
J.H.E: Esto es un trabajo conjunto. Aparte de José Luis Cienfuegos (director) y yo, contamos con otras dos figuras en Programación: Eulalia Iglesias y Elena Duque; a los que sumamos a José Antonio Bermúdez, para mí el especialista absoluto en cine andaluz. Cada uno de los cinco tenemos una sensibilidad distinta, una mirada diferente… Pero todo eso se refleja en un programa humanista, que por un lado piensa y observa sobre problemáticas actuales, y por otro se mezcla con estéticas que no son las convencionales. Al final, todo tiene muchos matices.
Este coro de miradas que formamos los cinco hace que el espectador encuentre un cierto hogar; y ese carácter tan humanista en la representación del ser humano lo convierte en un festival muy cálido. No elegimos películas técnicamente sublimes y a nivel humano cínicas. No va con nosotros, nos estaríamos traicionando. Son películas empáticas, con narrativas sencillas en un cine europeo que cada vez es más abierto, con proyecciones de origen japonés, magrebí, asiático. Todo ello enriquece al festival, porque Europa hoy es lo que sucede en el Magreb, Palestina, Sudamérica… Ser menos estricto nos ha ayudado a ganar espectadores.

L2S: Después de casi veinte años desde que comenzó esta aventura, el Festival de Sevilla se ha convertido en algo muy humano.
J.H.E.: Un festival de cine es un lugar de encuentro con espectadores de todo el mundo. La clave es unir almas de creadores que vienen aquí por primera vez a proyectar sus películas con estrenos nacionales o mundiales, y a un público que las ve por primera vez. Es un momento de mucha fragilidad, pero esa vulnerabilidad nos lleva a una mayor honestidad y a crear muchos sentimientos. Espero que los espectadores se lancen a esta aventura que creo que les va a emocionar. Es una edición única, pensando un poco en la (edición) veinte.
L2S: Precisamente, estamos en la antesala de la vigésima edición. La gran efeméride…
J.H.E.: La propuesta de este año es muy poderosa y nos sitúa en un gran momento para el próximo año. Llegamos muy fuertes. Nos quedan nueve días y tenemos que hacer un festival como siempre hemos hecho: impoluto y brillante. Pero desde el día 13, ya estaremos pensando en la edición número veinte.