Dentro de un ambiente festivo y con gran afluencia de público se celebró ayer la tercera edición del Encuentro Balcánico, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Personas de todas las edades -muchos niños con sus padres- se acercaron hasta el Monasterio de la Cartuja para disfrutar de la jornada con conciertos en directo, como los de Yomuri y La Maravilla Gypsy Band. También hubo actuaciones como la del mago Alexku, que hizo vibrar a grandes y pequeños con sus increíbles trucos. Y cuando mejor se lo estaba pasando la gente bailando al ritmo de ‘Los Maravilla’, llegó la inoportuna lluvia que obligó a suspender el espectáculo… Pero la fiesta siguió.
Había ganas de pasarlo bien. Eso se notaba ya desde el comienzo de la jornada. Quedaban 8 intensas horas por delante con música y diferentes actividades para celebrar el III Encuentro Balcánico. Las 2 sevillas estuvo presente en este acercamiento lúdico ligado a la Cultura de los países del Este de Europa, con semejanzas con la (cultura) andaluza, por sus influencias gitanas, árabes y judías.
Por el recinto apareció el ‘hombre orquesta’ que responde al nombre de Chucho y que ‘dio la lata’ con un espectáculo que ya se pudo ver en la anterior edición del Festival Circada. El artista concentró en torno a él a una gran cantidad de personas que disfrutaron de sus ocurrencias y de su buen sentido del humor.
El programa de este encuentro no daba respiro y sin solución de continuidad, aunque con cierto retraso sobre el horario previsto, apareció en el escenario una banda sevillana que empieza a hacerse su hueco en el panorama musical de la ciudad. La Yomuri Band y su música klezmer hicieron bailar a muchos con su contagiable ritmo. Algunos aprovecharon el buen tiempo para descalzarse y saltar con sus pies desnudos sobre el cesped. A esa hora el ambiente era completamente festivo.Se danzaba, se bebía y se comía. Los pinchitos de pollo, de lo mejor del menú.
Entre los asistentes, vimos a un público variopinto de edades y estilos. No nos extrañaría que dentro de unos años algunos de los niños asistentes al evento terminaran siendo músicos… Y también pudimos presenciar algún momento zen, de espiritualidad y máximo relax. Allí cada uno hacía la fiesta a su libre albedrío. Lo importante era disfrutar.
Mientras el sol caía, uno de los mejores magos de este país concentraba la atención del público, El ingenioso y genial Alexku multiplicaba dedales en sus dedos o hacía trizas un periódico para luego volverlo a recomponer; jugaba con sus cartas o con esa cuerda roja que se multiplicaba no sabemos cómo. Asombroso, sobre todo si lo tienes delante y te preguntas: ¿Cómo lo hace? Su magia, ingenio y simpatía dieron paso a otra actuación musical: La Khora, una agrupación femenina que mezcla canciones populares italianas y de los Balcanes. No en vano, estábamos en un encuentro balcánico… Fueron muy coreadas.
El punto álgido de la fiesta llegó con la entrada de La Maravilla Gypsy Band (en la foto de portada), que hizo bailar y saltar a todos los que a esa hora, ya de noche, reventaban el recinto. Hasta que un intenso aguacero irrumpió con fuerza y puso el punto y final al espectáculo, y a la jornada festiva. La lluvia no fue impedimento para que muchos de los asistentes se resistieran a abandonar el recinto. Incluidos ‘Los Maravilla’, que siguieron tocando unos minutos. Confiemos en que los instrumentos musicales no hayan quedado dañados… Algunos continuaron bailando, ya resguardados.
Esa repentina inclemencia meteorológica provocó una salida en tromba del público que buscaba guarecerse y un importante tapón, que los servicios de seguridad no supieron gestionar. Por lo demás, se cumplieron las expectativas de los organizadores: mucho público, un encuentro muy festivo para ser disfrutado con alegría. Todo muy gypsy.
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