Guridi ilustra a un coloso

Foto del autor

El ilustrador sevillano, Raúl Guridi, presenta ‘Colossus’, su último libro ilustrado, editado por Tres Tigres Tristes. 

Portada de ‘Colossus’.

Colossus come al día 329.457 patatas crudas. Le gusta coleccionar cosas: tiene 438.947 árboles de todo tipo, 38.239 montañas de formas diversas y 17.127 casas.

Con este ritmo, entre hipnótico y delirante, el artista sevillano Raúl Nieto Guridi nos presenta al protagonista de su último álbum ilustrado, ‘Colossus’ que inaugura la nueva campaña de publicaciones de Tres Tigres Tristes y que ya está en las librerías.

Todo en Colossus es descomunal: sus hábitos, sus aficiones, cualquiera de sus movimientos.

Es un ser que, entre cifras inabarcables y curiosas costumbres, dibujará una sonrisa en la cara de sus lectores de todas las edades y que, con un final inesperado, planteará qué es grande, qué es pequeño y qué es inconmensurable, en realidad.

Tras la publicación en noviembre de 2017 de Cómo meter una ballena en una maleta, que trata sobre el fenómeno migratorio y cuyos fondos están destinados a la ONG Proactiva Open Arms, Guridi vuelve a trabajar de nuevo con Tres Tigres Tristes pero lo hace con un registro completamente diferente.

En Colossus, este artista explora su faceta más gamberra y distendida, creando un personaje divertido y tierno, y con una línea gráfica muy sencilla y colorista. “Colossus nace del problemón tan grande que yo tenía con las matemáticas”, confiesa el autor. “Quería jugar con esas cifras inabarcables, que van a poner la mente de los más pequeños a tres mil por hora, para llegar con ese viaje por la imaginación a una idea de sencillez: la importancia de los gestos y, sobre todo, el concepto de que es más importante ser, y no tener”, añade.

PERFIL

El ilustrador sevillano, Raúl Guridi.

Raúl Nieto Guridi (Sevilla, 1970) lleva más de 10 años compaginando su trabajo de profesor de Dibujo con la ilustración; un campo que le ha llevado a publicar de manera ininterrumpida con editoriales españolas, como OQO, A buen paso, La Fragatina, Libre Albedrío y Tres Tigres Tristes; así como con sellos internacionales de
Francia, Polonia o Australia.

Ha formado tándem con escritores referentes de la literatura infantil, como Mar Benegas (A lo bestia, Abecedario del cuerpo imaginado), Margarita del Mazo (Las gafas de ver y El rebaño), Pablo Albo (El cascabel de la gata y Ruido) o la autora francesa Ingrid Chabert (El día en que me convertí en pájaro).

Traducido a nueve lenguas, finalista en 2016 de los Premios Andersen y mención especial en la categoría de Ficción en la Feria de Bolonia 2018, la búsqueda de un estilo gráfico y una voz propia le han llevado a convertirse en un autor integral.

“El ilustrador ha pasado de ser como un personaje muy escondido, que trabajaba para un público minoritario, a dar un salto más grande hacia transmitir lo que nos preocupa. En mi trabajo intento transmitir lo que la sociedad me cuenta, traducirlo a imágenes. Ya no se trata de acompañar, sino de contar con imágenes”,
considera.

Esta evolución le lleva a pensar que “el álbum ilustrado está viviendo un momento muy privilegiado. Es algo más que la sección infantil de las librerías. Es una manifestación artística muy potente, que está trabajando caminos más autobiográficos, más sociales. Estamos consiguiendo llegar a lectores de distintas edades con un tema común”. Es más. Añade que “es un formato que sobrepasa cualquier intención de los
creadores para adentrarse en un camino maravillosamente incierto”.

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