“El público está esperando a que le sorprendamos”

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ENTREVISTA con Fran Pérez Román, promotor de Encuentros Concentrados

Texto: Fernando Chacón / Fotografías de Fran Pérez: Las 2 sevillas

Nos citamos con Fran Pérez Román en el Traveller Box Hostel, donde tiene lugar cada año Encuentros Concentrados, el Festival Internacional de Piezas Cortas de Teatro, Danza, Música y Performance. Un certamen innovador que ya ha cumplido seis ediciones. 

Fran Pérez tiene experiencia en producir proyectos culturales en Sevilla. Él está detrás de la iniciativa ‘Teatro a pelo’, con el que ha participado en festivales nacionales e internacionales. Desde 2013 forma parte de la organización del festival Encuentros Concentrados (incluimos fotos de algunos espectáculos de 2018). Su  penúltima aventura se llama Las Vivas, Organismo Cultural en Movimiento, que acaba de ver la luz.   

Las 2 sevillas (L2S): ¿Cómo se os ocurrió organizar un evento cultural donde confluyen música, teatro y danza, dentro de un hostel?

Encuentros Concentrados (EC): Empezó como un experimento. Veníamos de nuestro proyecto ‘Teatro a pelo’ y de haber trabajado durante un par de años en las habitaciones con piezas teatrales cortas. Cuando vimos las posiblidades que tenía este espacio, pensamos que podían venir creadores de diferentes sitios.

En el hostel se podía albergar diferentes piezas donde como si se tratara de un edificio al abrir las puertas de las habitaciones, podías encontrar realidades distintas. De esta forma invitamos al espectador a no ver piezas estancas Y a partir de ahí pensamos que podía ser música, danza, teatro…

En Encuentros Concentrados las diferentes disciplinas artísticas se mezclan y al final, el público ve cosas diferentes a lo que es habitual.

L2S: Encuentros Concentrados… o apiñados, porque aquí llega un momento en que no se cabe de la gente que acude. Es un poco complicado moverse en un espacio tan pequeño, pero sorprende la buena organización. ¿Qué impresión se lleva el público de una experiencia como ésta?

EC: El Hostel ya tiene un atractivo propio. Para nosotros la logística es una parte vital y hemos tenido que estudiar cómo acoger a tanto público. Cuántas personas se puedan albergar en cada planta y poder garantizar la evacuación.

La gente agradece que cada pieza sea diferente y se puedan colocar de una forma distinta en cada una de las habitaciones.

Además se da una interacción, porque unos preguntan a otros sobre lo que han visto para decidir.

El público tiene muy pocos datos a la hora de elegir, porque las piezas tienen sus secretos reservados y no los podemos contar en taquilla.

Somos afortunados porque colaboran con la logística del edificio; son ordenados y pacientes. Entienden que todos forman parte de la experiencia. Que no es sólo el tiempo que pasas en las habitaciones, si no el que estás en el hostel. Y en los intermedios entre función y función, tú puedes llegar a ser el propio protagonista.

L2S: En cada edición, el público siempre ha respondido.  ¿Es difícil organizar un festival como éste?

EC: Nuestro objetivo es que para todos resulte fácil, tanto para las compañías como para el público. Aunque el festival se celebra en enero, nosotros ya desde junio anterior empezamos con los primeros preparativos, le damos forma; planteamos nuestros propios objetivos internos para que cada edición haya una mejora significativa en la calidad de las propuestas.

Pensamos que las compañías debían contar con un caché básico más una comisión por venta en taquilla; que el espacio fuera una residencia de creación, una semana antes de la exhibición; las actividades pararelas, las dos comidas con los artistas… Es una actividad que fomenta un encuentro entre artistas, que pueden ensayar en el hostel y que luego establece sinergias entre las propias compañías.

L2S: ¿Vosotros os esperábais una respuesta tan masiva del público?

EC: Claramente, no. El primer año lo vimos como un experimento de una vez y no más. Pero todo fue fluyendo solo; el festival ha empujado solo. La gente empieza a preguntar desde marzo por la próxima convocatoria. Y hemos llegado a pensar cómo continuábamos…

Hemos tenido la suerte de contar con los cómplices del hostel desde el principio y de sus nuevos dueños, desde el año pasado. Cada año nos sorprende que podamos continuar con la edición. Es ya una responsabilidad responder a las personas que nos apoyan.

L2S: ¿Y cómo se financia todo este cóctel?

EC: Contamos con la ayuda del Instituto de Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), del restaurante Sidonia con la oferta gastronómica para el público o el caso del Alameda Rock, con los menús para los artistas.

En esta edición hemos contado con unos vinos cedidos por algunas bodegas de La Rioja. Además, las compañías también hacen sus propios ajustes a la hora de venir.

L2S: En la forma en la que el público ha respondido al evento, ¿se demuestra que Sevilla consume Cultura de forma diferente?

EC: Yo eso lo tengo clarísimo. Nosotros siempre hemos sido muy optimistas de lo que se puede esperar de una ciudad como Sevilla, a pesar de que nos decían que los lenguajes contemporáneos son complicados. Al final nos ha salido bien. Todos los años hemos ido creciendo en número de espectadores.

Siempre contamos una anécdota con un grupo de chicas en la primera edición. El primer año te preguntaban en taquilla: “nosotras queremos ver algo divertido”; el tercer año, “lo más especial, porque el año pasado vi algo muy raro y me encantó”. El público está esperando que le sorprendamos.

Y por su parte, los artistas quieren colaborar entre ellos, experimentar; tener esas pruebas de apertura de enseñar proyectos que están empezando y que forman parte de otros más grandes… Ese tipo de ambientes a escala domestica fomenta esos primeros contactos con los espectadores.

L2S: Para un promotor cultural, ¿Sevilla es una ciudad difícil para presentar un evento tan rompedor como Encuentros Concentrados?

EC: Entiendo que sí. Lo más difícil es visualizar las redes de contactos para que las cosas funcionen de una forma más sistemática. Aún así, te das cuenta que ahora mismo en Sevilla hay una cantidad de talento tan grande y de posibilidad de colaboraciones artísticas tan interesantes, que es una ciudad laboratorio maravillosa. Necesitamos conectarnos de una nueva manera para que todo empiece a fluir.

L2S: Y este proyecto que es una realidad, ¿cómo lo planteáis a futuro?

EC: Pensamos que la naturaleza del festival no tiene porqué crecer demasiado y que el formato doméstico es lo adecuado. Y nos parece esencial el caracter de residencia en el que los artistas viven y representan en el mismo espacio. Que sea una apertura de los espacios de trabajo, pero también de la casa.

Nuestro objetivo principal es mejorar las condiciones de los artistas que vienen a visitarnos. Cada vez nos llegan más piezas que quieren completar la propia programación del festival. Este año, hemos tenido un acto inaugural abierto al público…

De 100 propuestas procedentes de toda España y también de Europa, seleccionamos 12, tras un primer corte de 22. Queremos que haya la mitad de compañías de fuera y la otra mitad, locales. Y que haya piezas muy diferentes para que el público pueda encajarse.

Tenemos la suerte de que cada vez vienen más artistas de más sitios de España y también de fuera, como de Berlín. Estamos muy satisfechos.

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