Sábado de SEFF, sábado de Premios EFA

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SEFF Día 2

Crónica de Juan Antonio Hidalgo, crítico de cine y cinéfilo

Sábado de festival es sinónimo de Premios EFA. Un año más, la cita a mediodía era con los miembros de la Academia Europea del Cine. Este año cambió su sede habitual para situarse en un lugar tan emblemático para el cine como la Plaza de España, escenario de numerosas películas entre las que habría que destacar (por diferentes motivos) Lawrence de Arabia y Star Wars. Episodio 1: La amenaza fantasma.

Aunque ya se conocían, desde hace algunas fechas, las nominaciones en varias de las categorías, hoy se desvelaron las más importantes, como los premios a las mejores interpretaciones, guión, dirección y película.

Son cuatro los filmes que destacan en número de opciones. La polaca Cold war, la sueca Border, y las italianas Dogman y Lazzaro feliz.

Además se entregarán diferentes premios honoríficos, que este año irán a manos de Julie Delpy, Ralph Fiennes y Carmen Maura. No será la de Maura la única presencia española de la noche. La actriz Bárbara Lennie opta al premio por su papel en Petra; y la cinta El silencio de otros, está entre las candidatas a conseguir la estatuilla por el mejor documental europeo del año.

Los premios se entregarán en Sevilla el próximo mes de diciembre. Será la antesala de una serie de galardones cinéfilos a los que seguirán los Premios ASECAN en enero, y los Goya al mes siguiente.

Mariano Barroso, director de la Academia Española de Cine.
 Valeria Golino, actriz y directora. Premio Ciudad de Sevilla 2018.

Pero antes de esto, la mañana había empezado con la británica Ray & Liz. Película que forma parte de la Sección Oficial, de atmósfera asfixiante, con un formato de imagen cuadrado, mayoritariamente con planos cerrados y con unos decorados que invitan a la depresión, el director y fotógrafo Richard Billingham cuenta su infancia, cómo fue criado en un hogar totalmente disfuncional, con unos negligentes padres más, preocupados por una botella de licor que por el bienestar de sus propios hijos.

Ganadora del Premio Especial del Jurado en Locarno, Billingham debuta en la dirección con un tema que conoce a la perfección (es su propia vida) y que ya trató antes en una serie de fotografías. Con un tratamiento de la luz magnífico.

La historia viaja en el tiempo atrás y adelante, desde unos padres casi jubilados, ya separados, a los años en los que el propio Richard era un niño pequeño, para contarnos una historia de acoso, abusos y alcoholismo.

Hay también gran carga de crítica social al mostrar las miserias en las que vivía un sector de la sociedad, motivado sobre todo por ciertas políticas de Thatcher, que gobernaba en aquellos tiempos.
Con un estilo muy austero y unas actuaciones magníficas de todos sus intérpretes, Ray & Liz posee una fuerza emocional de la que no escapa el espectador, y ha sido una agradable (no esperada) sorpresa.

La cruz del concurso en la jornada de hoy en la Sección Oficial fue Maya. La última cinta de Mia Hansen-Løve (expareja, por cierto, de Olivier Assayas, del que ayer hablamos al estar también en el concurso) comienza bien, con unos primeros veinte minutos que dejan un muy buen sabor de boca, pero que a partir de entonces naufraga por un cúmulo de elecciones equivocadas, tanto en guion como en el apartado visual.

Gabriel es un reportero de guerra que regresa a casa después de haber permanecido varios meses secuestrado en Siria. Ante la imposibilidad de seguir con una vida ‘normal’, decide hacer un viaje a la India, donde conocerá a Maya, la hija adolescente de su padre adoptivo, que se siente irremediablemente atraída por el nuevo visitante. Gabriel, aún con el alma herida, tratará de resistir la tentación.
maya-motorbike-03La película funciona de manera casi perfecta hasta que el personaje decide irse al continente asiático. Entonces, asistimos a una sucesión de clichés estilísticos que están más que sobados y desfasados, a unos personajes que no resultan nada creíbles en sus interlocuciones, a un capítulo de un documental (malo) de viajes, a un cúmulo de decisiones equivocadas en lo que los personajes hacen o dicen…

Todo lo que funciona en la primera parte, deja de funcionar en el resto de la cinta. De lejos, la peor película de la directora.

También en la Sección Oficial, aunque fuera de concurso, pudimos ver Close enemies, thriller policial en el que dos viejos amigos de la infancia, que se han criado en un barrio conflictivo, se vuelven a encontrar con el paso de los años, después de que la vida les haya llevado por caminos opuestos. Ahora, Manuel trafica con droga, mientras Driss se ha convertido en agente de policía. Un nuevo caso les llevará a descubrir que se necesitan el uno al otro para sobrevivir.
Close EnemiesLa película, dirigida por David Oelhoffen, es una muy potente historia, con unas interpretaciones magníficas. Un drama crudo, muy auténtica, con momentos de gran intensidad, pero que en el fondo no ofrece nada que no hayamos visto ya mil veces.

Por último, dentro de la sección Special Screening pudimos ver Apuntes para una película de atracos, lo último de Elias León Siminiani, que en el 2012 ya ganó el premio de la (entonces llamad) sección Eurodoc en el SEFF por su Mapa.

La idea surgió cuando Siminiani leyó una noticia sobre la detención de ‘El Robin Hood de Vallecas’, líder de una banda de atracadores de bancos que entraba a sus objetivos a través de butrones que realizaban desde las alcantarillas de la ciudad.

Siminiani decide abordarle, enviándole una carta a la cárcel, para así lograr un viejo sueño: dirigir una película de atracos. Para su sorpresa, recibe una respuesta afirmativa, comenzando así unas serie de lecciones criminales y surgirá una extraña amistad entre dos personas que no tienen nada que ver entre sí.

Fiel a su estilo, Siminiani mezcla la historia que está rodando con su propia vida. Así, durante la evolución del proyecto a lo largo de los años, asistimos al embarazo de su novia Ainhoa, al nacimiento de su hija, y (tras la salida en permisos del atracador) a los encuentros de ambas familias.
Apuntes_para_una_pel_cula_de_atracos-388800277-largeApuntes para una película de atracos tiene momentos muy divertidos y, como es también habitual en la filmografía del director, hay momentos en los que no sabemos si lo que estamos viendo es verdad o ficción.

Y a Siminiani se le plantean disyuntivas, como si un ladrón merece que se le dedique una película (en la que él también es protagonista), si no es tan malo robar a un ente ‘maligno’ como es un banco (o el hecho de traumatizar a los trabajadores con amenazas y pistolas apuntándole ya lo hace reprobable)… dando como resultado una cinta más que disfrutable.

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