Redactor: Fernando Chacón
Fotos: Niccolo Guasti
1. Mecano, presente. |
2. ‘El rey del glam’. |
3. Eterna Alaska |
Ana Torroja, Fangoria y las Nancys Rubias. Este era el cartel estelar de una noche “espectacular, sensacional”, como dice la tatareada y bailada canción que la eterna Alaska convierte en himno, en Icónica Sevilla Fest. Y, sin duda, fue un gran espectáculo el que presentaron los tres artistas en sus respectivos conciertos ante algo más de 3.000 personas. Una cifra que se antoja corta, sobre todo para los nombres de las dos cabezas de cartel: Ana (Torroja) y Olvido (Gara), dos auténticas divas de la música de los eternos años 80.
Un 1 de julio después de una ola de calor, la gente estaba deseando escaparse a la playa. Aunque el 65% del público sea de fuera de Sevilla, ellos también querrían huir de este infierno. Montar un festival de música en Sevilla un mes en pleno verano es para pensárselo dos veces. Sufren los artistas, el público y todo el que trabaje a pleno sol en en su montaje y funcionamiento. Final de septiembre y octubre, como en la primera edición, es una apuesta más segura para no morir de un sofoco durante un concierto.

Volvemos a la noche de la nostalgia y del ayer. Ana Torroja no actuaba en Sevilla desde hace más de dos décadas y su nombre está y estará siempre ligado a Mecano . Todavía recuerdo los cinco conciertos que ella junto con los extraordinarios hermanos Cano (Nacho y José María) ofrecieron en el Auditorio Rocío Jurado durante la Exposición Universal de Sevilla, en el inolvidable 1992. A la segunda la hemos visto más veces actuar con Fangoria, dos prácticamente seguidas en Interestelar Sevilla, y anteriormente en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC).
La pregunta es: ¿por qué este modelo triple de concierto? Con esta fórmula a Ana (Torroja) la hicieron de menos. Una de las mejores voces que ha dado la música de este país actuó cuando había gente que aún ni había entrado en la Plaza de España. Pero Ana es una profesional y se dedicó a lo suyo: removernos la memoria. Con ella también llegó el momento icónico de la noche, cuando la ex de Mecano invitó a Alaska al escenario y cantaron juntas “Hora y Cuarto”, la segunda vez que lo hacían juntas sobre un escenario. El público agradeció verlas a ambas en el dueto, y rompió en aplausos.
Mecano, presente
Ese público que se dio cita, anoche, en la Plaza de España y vio a Ana Torroja sobre el escenario esperaba escuchar las canciones que hicieron a Mecano universal: uno de los grupos más icónicos de los añorados años 80. Incluso, la cantante, en una entrevista previa a su concierto en el festival admitía que para ella la nostalgia, “de la que siempre me hablan”, es presente; en clara alusión a su exitosa etapa con Mecano.
Todos esperaban escuchar los éxitos de la banda madrileña y desde luego Ana no les iba a hacer esperar. Arrancó fuerte con “Hoy no me puedo levantar”; “El cine”; o el “7 de septiembre”, ante la explosión de júbilo de un público completamente entregado de principio a fin. Y en este “viaje por el tiempo”, que definió la propia artista”, y cuando el día se iba convirtiendo en noche, sonó “Amantes” que retumbó en la Plaza de España con un claro guiño a la diversidad, que la artista defendió diciendo: “ojalá un mundo en el que todos tengamos cabida, un mundo en el que se respete la diversidad”. Y ahí, tanto Nacho como José María, escribieron letras de canciones que es un homenaje. Con el corazón de los presentes encogido sonó “Mujer contra Mujer” y “La fuerza del destino”. Tremendo.

Y poco después viajamos hasta la Puerta del Sol de Madrid para cantar al unísono “5 minutos más para la cuenta atrás”, pero en la Plaza de España de Sevilla, seis meses antes de que volvamos a cantarla en nuestras casas, “como de año en año”.
Luego llegó el mencionado momentazo en la que Ana sacó al escenario a Olvido y cantaron juntas, que quedará para el recuerdo. “Duele el amor” y “Me cuesta tanto olvidarte” pusieron el colofón a una actuación inolvidable, en la que la chica que se coló en una fiesta, nos devolvió aquellos años y aquellas canciones inolvidables.
‘El rey del Glam’
Después de que la nostalgia se hiciera presente en la Plaza de España, irrumpió en el escenario Mario Vaquerizo con su banda, ‘Las Nancys Rubias’ para darle un toque más festivo a la noche. “No eres nadie si no llevas un sevillano dentro de ti”, se dirigió al público, antes de añadir poco después: “tengo muchas ganas de mariconeo”. El marido de Olvido en estado puro, y en su salsa. Cantó “El rey del Glam”, antes de hacer bailar a todo el mundo con su archiconocido “Me encanta”.

Vaquerizo lo dio todo en el escenario con sus continuas ‘performance’ antes de dar paso a ‘su Reina’. El polifacético artista sabía dónde estaba: entre dos grandes de la música española, y su lugar en este triple concierto. Aún así, no pasó desapercibido, ni mucho menos.
Eterna Alaska
Y pasadas las 12 de la noche pasamos del glam a la psicodelia más absoluta con la aparición de la esperadísima Olvido Gara (para las que hemos crecido con ella desde ‘La Bola de Cristal’, siempre Alaska). Ahora con Fangoria, la sin igual artista sigue siendo Ella. ¿Y para qué va a cambiar si décadas después sigue siendo recordada y venerada por miles de seguidores? La fórmula le sigue funcionando: buenas canciones, pegadizos estribillos, una elegante puesta en escena y una conexión con Nacho Canut desde que aparece en el escenario bajo el nombre de Fangoria.
Cuando vas a uno de sus conciertos, la fiesta, con mayúsculas, está asegurada. Como decía Ana Torroja sobre Mecano: “son canciones que forman parte del hilo musical de nuestras vidas”. Pues eso. Encima, Alaska es puro espectáculo en sí misma. Desprende un magnetismo con el público del que pocos músicos pueden presumir. De rojo pasión, o de rojo infierno, como la “Fiesta” (en el infierno) de una de sus canciones fetiche con Fangoria, apareció la diva. No puedes dejar de mirarla porque ella es puro espectáculo. Canta, baila, se mueve al ritmo de una coreografía perfectamente estudiada.

Su repertorio es infinito. Canciones como la mencionada “Espectacular” se unieron a clásicos como “Bailando”, donde el público hizo honor al título respondiendo a la llamada de su creadora; “No sé qué me das” hizo que la gente continuara moviendo el cuerpo…
Y remató la faena en una Plaza de España que vivió la noche icónica de más nostalgia con “Dramas y comedias”; “Ni tú ni nadie” y el clásico entre los clásicos en la discografía de Alaska, “A quien le importa”, que hizo botar a sus fans hasta el pitido final.
Noche para el recuerdo en Icónica Sevilla Fest; para echar atrás la memoria y disfrutar del ayer, hoy.