Proyecto Voltaire: «Nuestra música es un tanto hipnótica»

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Proyecto Voltaire es «música para ver, sentir y soñar». Esta mágica propuesta experimental de ‘El Cuarteto Maravilla’ verá la luz a partir del próximo mes de abril con un disco y una gira. Porque estas rarezas sonoras, afortunadamente, han llegado para quedarse.

Entrevista realizada por Fernando Chacón y Víctor Blue Photography

De izquierda a derecha, Rafael Rivera, Rafael y Antonio Campos, en un momento de la entrevista.

Proyecto Voltaire es un collage minimalista de bricolaje musical. ‘Música de mobiliario’ es el nombre de esta propuesta. Detrás de ella están tres virtuosos de la música: los hermanos Antonio y Rafael Campos, junto con Rafael Rivera. Resulta sorprendente ver cómo sacan sonidos de un serrucho o de un set de percusión formado por la funda de una guitarra, olla de cocina incluida. O como suena la trompeta de Antonio dentro del agua… Viendo su indumentaria, parecen sacados de un cuadro de época. Puesta en escena extravagante -con un secador de pelo de peluquería de señora- pero elegante al mismo tiempo. Conocidos desde hace muchos años como ‘El Cuarteto Maravilla’, han comenzado a experimentar con un estilo musical diferente, que hace que el público entre como en trance. Es algo mágico. De momento, han elegido lugares con encanto -como el Museo Pintor Amalio, donde se desarrolló esta entrevista y posterior concierto- para darla a conocer. La banda sonora la pone Lapso Producciones.

Las 2 Sevillas (L2S): ¿Cómo nace Proyecto Voltaire?

Rafael Campos, con su acordeón, es la voz cantante de Proyecto Voltaire.

Proyecto Voltaire (PV): Antonio Campos: En la calle, después de muchas horas trabajando en el local de ensayo, haciendo espectáculos para todos los públicos. Decidimos hacer algo más íntimo y personal. Darnos nosotros a nosotros mismos. Probamos en la calle el repertorio y la gente se quedó encantada con lo que hacíamos, para sorpresa nuestra.

Un momento de serrucho, lo podemos apuntar, pero no dilatar en el tiempo. Y con Proyecto Voltaire tenemos la oportunidad de desarrollar esa creatividad más las cosas que nos gustan el tiempo que queramos.

L2S: A vosotros se os conoce como ‘El Cuarteto Maravilla’ Proyecto Voltaire parece romper con el peso de la tradición. ¿Por qué apostáis por este cambio de estilo?

Rafael Rivera, en primer plano.

Rafael Rivera: Es una revuelta de todas las cosas que tenemos en la cabeza, mezcla de lenguajes teatrales y músicales. Estamos juntando lo que tenemos en la cabeza casi sin pensar, dejando que salgan los recursos de que diponemos.Todo tiene un aire balcánico, cabaretero, de circo… Pero no es nada de eso. Es otra cosa.

Hacemos un guiño al Cabaret Voltaire, el espacio que surgió en Zurich (Suiza) tras la II Guerra Mundial, donde se produjo un descontento de los artistas.

De allí nació el Dadaísmo que desemboca más tarde en el Surrealismo. Era un sitio donde se ofrecían propuestas artísticas sin ton ni son, sin mucha conexión, dejando que la cabeza trabajara de manera loca. Nos inspiramos en aquel espacio y así vamos componiendo lo que nos va saliendo.

Antonio Campos, trompetista, saca sonidos de un serrucho.

L2S: Vuestra puesta en escena es singular y los instrumentos que utilizáis para hacer esta música también…

Antonio Campos: Hemos elegido estos instrumentos porque nos sugieren cosas y crean un ambiente mágico. No hacemos letras para que se entiendan… Dejamos que el público escuche e imagine su propia historia.

La funda de una guitarra es la base de la singular batería de Rafael Rivera.

Rafael Campos: No podemos olvidar nuestras influencias. Pero esta combinación es peculiar… El estuche de la guitarra es básicamente el soporte percutivo, donde se incorporan elementos como la olla. El acordeón marca la base armónica. Y luego está la trompeta y el serrucho…

Para nosotros estos instrumentos son un símbolo de libertad y de no encorsetarnos en estereotipos musicales. Nuestra música invita a la abstracción para que el público cree imágenes con lo que estás escuchando.

L2S: Es cierto, al escuchar vuestra música parece que entraras en trance…

PV: La propuesta es un tanto hipnótica, pero el espacio debe acompañar. Como éste del Museo pintor Amalio… Nuestro propósito con esta música es que el público pueda viajar y trasladarse con la mente donde quiera.

L2S: Viendo vuestra puesta en escena y la indumentaria parece que hacéis una especie de homenaje al circo…

Una olla de cocina, en la percusión.

Rafael Rivera: Sí, tenemos esas influencias circenses, a las que hay que sumar el humor.

Esta propuesta que se llama ‘música de mobiliario’, hace referencia a la música del compositor Erik Satie.

Él fue el precursor de la música ambiente. La música para no ser escuchada… Es música que acompaña. Eso nos ha estimulado muchísimo a la hora de trabajar con nuestra propuesta.

L2S: ¿Qué os comentan quienes os conocen como El Cuarteto Maravilla y os ven desarrollando este proyecto?

PV: Con esta propuesta se ve una madurez. La gente que nos sigue desde hace más de 15 años nos lo dice… Aunque haya connotaciones a lo cómico, es algo serio; va más allá de ser un espectáculo para que la gente se divierta. El público lo agradece.

L2S: Una pregunta tonta… Os conocen como ‘El Cuarteto Maravilla’ y sois tres. ¿Esto cómo se explica? (Risas)

Rafael Rivera lleva el humor en el trío.

Rafael Rivera: Es una cuestión numérica… Empezamos siendo un sexteto de nueve, después pasamos a un octeto de siete. Derivó en un quinteto de uno, Pero, claro, me sentía muy solo. Así que nos juntamos dos Rafas y un Antonio, y encima había dos que  son hermanos… Así que, al final, pensamos que mejor un cuarteto de tres.

L2S: Habeís comentado que esta propuesta tiene una base experimental. Estáis probando… Pero, ¿Proyecto Voltaire nace con vocación de futuro?

Rafael Campos: Sí, queremos que Voltaire sea un proyecto de futuro. De momento, tocamos en ricones con encanto como éste.

Pero en breve nos vamos a meter en un estudio para grabar las canciones y un disco. Y en abril comenzará oficialmente la gira de Proyecto Voltaire.

El acordeón es otro de los elementos sonoros destacados en Proyecto Voltaire.

L2S: Contadnos alguna experiencia que no hayáis contado a nadie o que sea merecida de ser contada a lo largo de vuestra dilatada experiencia profesional.

Rafael Rivera: El Cuarteto Maravilla tiene una plaza con su nombre en Coria del Río. Al público de allí le caemos bien y el pleno del ayuntamiento votó que sí a poner nuestro nombre a una plaza. Fuimos a inaugurarla con banderita de Andalucía incluida delante del azulejo.

Y siendo nosotros, pues tenía que pasar… Cuando fui a descorrer la cortina con la banderita, se me cayó en la cabeza… Y así salgo yo en la foto que hizo la prensa (risas). Para elaborar el azulejo hicieron un concurso con la participación de unos niños y se confeccionó algo muy especial. Estamos muy contentos por el gesto.

L2S: ¿Y para cuándo un rótulo con vuestro nombre en la Alameda de Hércules, donde habeís tocado en infinidad de ocasiones?

Rafael Rivera: Proponlo… La Alameda Maravilla suena bien (risas).

Proyecto Voltaire, posando para la cámara de Víctor Blue Photography.

L2S: En Sevilla, a nivel cultural, se hacen muchas cosas pero no se divulgan ni la mitad de la mitad. ¿Cómo veis vosotros la Cultura en Sevilla?

Rafael Campos: Yo veo la Cultura a nivel de actividades en un buen momento, precisamente por lo mal que está la Economía. Pero la necesidad agudiza el ingenio… Hay un montón de gente haciendo un montón de cosas novedosas, atractivas…

A nivel político e institucional se abandona a esta gente que hace un servicio públiico. Además se hace una campaña bastante negativa contra el mundo artístico y cultural. Algunos no han podido soportar el palo económico… Pero no se puede matar el Arte y la Cultura, y seguimos tirando para adelante.

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PROYECTO VOLTAIRE

Rafael Campos: acordeón. La voz cantante. En el centro. El más serio del trío y el provocador de risas.

Antonio Campos: trompetista, incluso debajo del agua. También conocido como ‘el del serrucho’. Pone la cordura.

Rafael Rivera: el batería que controla bien la olla (en la percusión). El lado más simpático del grupo.

 

 

 

 

 

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